Callar y acceder al silencio. Quedarse con la sola vibración de la palabra. Callar, olvidar los ecos. Quedarse quieto equilibradamente , dejando subsistir la pequeña melodía de los pájaros. Callar, mirar el cielo, el crecer de esos cánticos que trae la noche, hasta sentir que laten dentro de uno pequeñas intensidades
La mente solo se desembaraza de los objetos evitando las intenciones . Shen Hui