En el Tibet se cuenta la historia de un perro que vivia entre dos monasterios separados por un rio. Un dia , al oir la campana que anunciaba la hora de la comida, echo a nadar para cruzar el rio.Cuando estaba a medio camino, oyo la campana del otro monasterio y dio media vuelta , de manera que no llego a tiempo a ninguna de las dos comidas .
La indecisión puede ser contraria a toda realización.Atormentados por las posibles situaciones futuras , incapaces de tomar una decisión, apenas nos hemos resuelto por fin a actuar cuando nos hallamos sumidos de nuevo en la duda: no seria preferible otra acción a la que debemos emprender ? En muchisimos casos , la espera y el temor que nos desgarran son la expresión de una inseguridad profunda ante un futuro poblado de esperanzas y de miedos.La indesicion y el inmovilismo que esta engendra constituyen, pues, un considerable obstaculo para la busqueda de la felicidad . Los aplazamientos no son muestra de una reflexión sensata ni de una duda legitima, sino de una vacilasion paralizadora y de un cavilar ansioso estrechamente vinculado al sentimiento de la importancia de uno mismo.A fuerza de estar preocupados por nosotros mismos , nos encontramos siempre divididos entre la esperanza y el miedo .Estos ultimos monopolizan la mente y oscurecen el juicio, perpetuamente desgarrado entre varias “soluciones”.Padecemos entonces en palabras de Alain, “ esa agitacion que quita el suen&o y es fruto de vanas resoluciones que no deciden nada y que bombardean una y otra vez el cuerpo haciendolo saltar como un pez sobre la hierba”.
A quien esta menos obsesionado sobre si mismo le resulta mas facil examinar objetivamente los pormenores de una situacion, tomar una decision y ejecutarla con determinacion.Cuando la eleccion no es evidente , mantenerse un tanto distanciado de los acontecimientos venideros permite decidir sin quedarse paralizado en la irresolucion o el miedo.
Se dice que el sabio actua poco,pero que, una ves que ha decidido pasar a la accion, su decision es como una palabra grabada en la roca.
La indecisión puede ser contraria a toda realización.Atormentados por las posibles situaciones futuras , incapaces de tomar una decisión, apenas nos hemos resuelto por fin a actuar cuando nos hallamos sumidos de nuevo en la duda: no seria preferible otra acción a la que debemos emprender ? En muchisimos casos , la espera y el temor que nos desgarran son la expresión de una inseguridad profunda ante un futuro poblado de esperanzas y de miedos.La indesicion y el inmovilismo que esta engendra constituyen, pues, un considerable obstaculo para la busqueda de la felicidad . Los aplazamientos no son muestra de una reflexión sensata ni de una duda legitima, sino de una vacilasion paralizadora y de un cavilar ansioso estrechamente vinculado al sentimiento de la importancia de uno mismo.A fuerza de estar preocupados por nosotros mismos , nos encontramos siempre divididos entre la esperanza y el miedo .Estos ultimos monopolizan la mente y oscurecen el juicio, perpetuamente desgarrado entre varias “soluciones”.Padecemos entonces en palabras de Alain, “ esa agitacion que quita el suen&o y es fruto de vanas resoluciones que no deciden nada y que bombardean una y otra vez el cuerpo haciendolo saltar como un pez sobre la hierba”.
A quien esta menos obsesionado sobre si mismo le resulta mas facil examinar objetivamente los pormenores de una situacion, tomar una decision y ejecutarla con determinacion.Cuando la eleccion no es evidente , mantenerse un tanto distanciado de los acontecimientos venideros permite decidir sin quedarse paralizado en la irresolucion o el miedo.
Se dice que el sabio actua poco,pero que, una ves que ha decidido pasar a la accion, su decision es como una palabra grabada en la roca.
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